La hipótesis de la "Generación Espontánea" es muy antigua, está proponía que la vida se originó a partir de sustancias inertes y fue sostenida por el filósofo griego Aristóteles en el siglo IV a.C y consideró parte del saber popular haga el siglo XVII. En ese momento la hipótesis era cuestionada y también defendida.
En 1668, Francesco Redi (médico italiano) puso a prueba un ejemplo de la generación espontánea mediante un experimento: de la carne en descomposición, "nacían gusanos".
Lo que hizo fue colocar trozos de carne en frascos abiertos y otros en frascos cerrados. Al pasar de unos días, apreció que en los frascos abiertos habían ingresado moscas y que aparecieron gusanos; y que en los cerrados donde ninguna mosca había ingresado no aparecieron gusanos. En ese momento no se conocía el ciclo de vida de las moscas, por lo tanto Redi demostró que las moscas habían puesto huevos en la carne y de ellos nacían los gusanos, no de las carne en descomposición.
Algunos se pusieron en contra de el experimento, estos sostenían que en los frascos cerrados herméticamente (sin aire), lo que se consideraba un principio vital que origina la vida a partir de sustancias inertes. Por lo tanto Redi realizó un segundo experimento en donde no cierra herméticamente, si no que los cierra con gasas, lo que permitía que ingrese el aire al mismo tiempo que impedía el ingreso de las moscas. Nuevamente, los gusanos no aparecieron. Finalmente Redi demostró, apoyando la biogénesis, que los gusanos en la carne descompuesta nacían de huevos de moscas.
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