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lunes, 28 de mayo de 2018

El Gran Día

En las clases de lengua estuvimos viendo y trabajando con los distintos puntos de vista y focalizaciones. Luego, nuestra profesora Eliana Gallego nos pidió que cada uno traiga 6 fotos del mismo objeto, pero de distintos punto de vistas. Finalmente en grupos de cuatro, tuvimos que elegir 8 fotos y hacer una historia con ellas. Cada foto eligida debía ser el foco principal de un parrafo, y, además, el texto debía incluir tres secuencias dialogales. Yo trabajé con Lautaro Vivas, Joaquin Pardo Laborde y Juan Pablo Guaglianone. Acá esta nuestro trabajo:


El Gran Día
Pedro Jelavić, un joven de 14 años de edad, era un ejemplo a seguir cuando se trataba del deporte. Su abuelo, una estrella reconocida mundialmente por su gran juego, antes de fallecer le había enseñado los valores del fútbol y el compromiso que debía tener si realmente quería triunfar. Hoy era 15 de noviembre, una fecha insignificante para muchos pero muy importante para Pedro. Hoy, junto a su equipo, demostraría el esfuerzo y la dedicación de todo el año. Los Teros (así se hacían llamar) jugaban la tan esperada final de la liga local. El se despertó y siguió su cábala. Agarró la pelota naranja y antigua que le había regalado su abuelo, la cual siempre usaba, y se puso a hacer jueguitos. Sentía que esto lo motivaba. Hizo 50 de ellos como siempre hacía, porque no quería perder la costumbre.
(focalización cero)



Para seguir con la cábala, preparó un tostado de jamón y queso y un licuado de banana. Lo sirvió en el vaso que siempre usaba, el cual era muy valioso, ya que era muy antiguo y de la asamblea del año XIII. Se sentó en la mesa a ver las noticias, terminó de desayunar y subió a cambiarse.
(Focalización cero)



Agarró su bicicleta y emprendió el camino hacia el club. Como contaba con tiempo de sobra, pedaleaba tranquilo mientras observaba todo su pueblo. Había recorrido 3 cuadras, y mientras pasaba por lo de Martín, el carnicero del pueblo, a quien conocía desde chiquito, se le rompió la cadena de la bici. Martin, quién justo observaba la calle desde la ventana de su negocio, lo vio y salió.
( Focalización externa)



-Hola Pedrito, ¿qué pasó?- le preguntó el carnicero.
-Hola Martín. Se me rompió la bici, y sin ella, ¡llego tarde al partido!- dijo Pedro mostrando su desesperación.
-Que mala suerte, justo hoy tengo el auto en el taller y no te puedo alcanzar- respondió Martín con lamento.
-Bueno, vuelvo a mi casa y llamo a un taxi- dijo Pedro frustrado.
-Nos vemos. Ojala llegues al partido a tiempo- contestó animado
-Chau, hasta la próxima- dijo Pedro, y comenzó la caminata hacia su casa.
(Focalización externa)



Entré a mi negocio y seguí el día como cualquier otro. Hasta que en un momento vi la pelota que está arriba de una mesita en mi negocio y me acordé de él. Pobre Pedro, justo hoy en un día tan importante para él en cuanto al fútbol, tuvo la mala suerte de que se le haya roto la bici. Y esto es bastante raro, ya que él me contó de haber hecho travesías por la montaña con esta bici, la usa todo el tiempo y hasta ahora nunca se le había roto. Siento mucha pena por él.
(Narrador interno, Martín)



 Pedro llegó a su casa, no lo podía creer, ¡se quería matar! ¿Porque justo hoy, el día de la final, me pasa esto?, pensó él. Nunca en su vida había sentido tanta angustia y enojo. Se dio cuenta de que como era domingo, no había ni taxis ni remises, y como hoy el único colectivero estaba de viaje, no tenía forma de llegar a tiempo. Entonces se le ocurrió una idea. Agarró su camiseta y empezó a correr. Si iba trotando tal vez podría llegar justo. Agarró una mochila, guardó su vaso y su pelota, por las dudas.
(Focalización Interna)



Por suerte, después de haber corrido algunas cuadras, se encontró con un amigo que lo llevó en su auto.
-Hola amigo, cuanto tiempo sin vernos. ¿Querés que te lleve?- le preguntó a Pedro.
-Hola Pablo, si me alcanzás hasta el club te lo agradecería muchísimo- respondió con un tono ansioso.
-Claro que te alcanzo. Qué raro que estés a pata y no en bici- exclamó Pablo.
-Estaba yendo en bici pero se me rompió. ¡Si no me encontrabas iba a llegar tarde!- le contó a Pablo con bronca.
-Al principio no te reconocí, pero cuando vi la remera, me di cuenta de que eras vos- riendo le dijo.
-Entonces qué suerte que salí con la remera puesta, me salvó- dijo Pedro.
-Ya estamos llegando, si querés podes ir bajando acá para hacer más rápido… yo voy a estacionar.
-Dale, muchas gracias por traerme, nos vemos- apurado le agradeció.
( Focalización Externa)



Jugaron el partido y Los Teros ganaron por goleada. Pedro fue la figura del partido: hizo un ‘hat-trick’ (tres goles en un partido), y dos asistencias. Estaba increíblemente contento. Cuando llegó a su casa a la noche, después de haber festejado toda la tarde, se preparó nuevamente su licuado y habló con su padre sobre su día:
-¡Hola Pedro! ¿Como te fue hoy en el partido?- preguntó ansioso su padre
-¡Hola pa! Tuve unos problemas con mi bicicleta pero llegué a tiempo, y lo más importante fue que ganamos. Estoy re contentento- exclamó Pedro.
-Después veremos el tema de la bici pero me alegro mucho de que hayan podido ganar, ¡Estoy muy contento por vos! - dijo el padre.
-¡Gracias! Esto se debe a un gran esfuerzo previo de todo el equipo, desearía que el abuelo estuviese acá para ver nuestros resultados.
-Estoy seguro de que está allá arriba observando, orgulloso y contento de vos- dijo su papá, emocionado.
La mirada de Pedro se perdió en aquella pelota que le había obsequiado su abuelo, y luego de sonreír a la nada siguió tomando su licuado de banana.
( Focalización Externa)



3 comentarios:

  1. Honestamente, lo único que tiene de malo es la ortografía de algunas palabras, pero todo lo demás está muy completo.

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  2. Me gustó mucho esta historia, es divertida y llevadera para leer. Tengo una pregunta, ¿por qué no hay taxis ni remises los domingos? Una sugerencia es no repetir tanto la palabra cábala. Me gustó mucho la relación entre el texto, las imágenes y los diálogos.

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  3. Es muy linda la historia, creo que hay en algunas palabras falta de ortografía. Me gustó mucho la forma de redactar los diálogos.

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